Actividades económicas que destruyen la selva están asociadas a delitos. Los Estados del Para, Mato Grosso y Marañon son los más afectados por este problema.
No viven como prisioneros encadenados, no son transportadas por barcos malolientes y ya no se venden en los mercados, pero son considerados como esclavos.
Según el último registro de empleadores que han utilizado mano de obra de esclavos liberados por el Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE), el 66% de los delitos graves se produjeron en los estados pertenecientes a la Amazonia, una región que abarca los Estados de Acre, Amapá, Amazonas, Mato Grosso, Pará, Rondônia, Roraima, Tocantins y parte de Maranhão. El registró, publicado dos veces al año por el gobierno desde 2003, es conocido popularmente como "lista sucia" y reúne a 201 nombres de los agricultores y las empresas.
Según los datos recogidos por la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), el 51% de los casos de trabajo esclavo en 2008 se produjeron en relación con la crianza de ganado. "Los trabajadores [se encuentran en esta situación] llevan a cabo la limpieza y el mantenimiento de los pastos, e instalan vallas", dice el Fraile Franciscano, Plassat Javier, coordinador de la campaña contra el trabajo esclavo de la CPT.
La segunda actividad en la mayoría de los casos de concentración de trabajo análogo a la esclavitud en 2008 fue la producción de carbón, que representó el 17% del total. Según Plassat, estos casos son comunes en las cercanías del Polo de acero de Marabá, en Pará, donde el carbón se utiliza para la producción de hierro.
Más allá de las coincidencias geográficas y actividades económicas -la producción de carbón y el ganado son identificados como una de las principales causas de la deforestación… y la mano de obra esclava también esta relacionada con la deforestación.
"Son regiones inhóspitas, donde no hay material o infraestructura institucional. No hay presencia de la supervisión del Estado. El campo está abierto para la práctica incontrolable. Tenemos, por ejemplo, grandes dificultades para llevar a cabo la supervisión de la Tierra del Medio Ambiente en el sureste paraense, donde hay muchas quejas", informa Plassat.
Los productos resultantes de la utilización de este tipo de delito también revelan la proximidad de las actividades que causan impacto en el bosque. Según el científico político Leonardo Sakamoto, coordinador de Repórter Brasil, ONG que trabaja para combatir el trabajo esclavo, los bienes se consumen debido al auge dentro y fuera de Brasil.
"Se trata de la carne de vacuno, soja, madera, carbón de leña -se usa en la producción de acero -, la producción de frutas, como el cacao y la caña de azúcar," afirma Sakamoto, quien investiga las cadenas de producción en las que está involucrada este tipo de delincuencia.
Grupo Móvil
Casi toda la mano de obra esclava es detectada en flagrante proceso de operaciones. Estos operativos son llevados a cabo por el grupo móvil de inspección. Además del trabajo de aquellos que llevan a cabo trabajos de fiscalización, estas acciones involucran a miembros del Ministerio Público del Trabajo y de la Policía Federal.
En 2008, el grupo fiscalizó 255 haciendas y liberó a 4.634 personas. Según la nota, publicado por el MTE, el trabajo esclavo se produce en "situaciones de trabajo forzado, trabajo extenuante de servidumbre debido a deudas contraídas y trabajo degradante;, lo que significa ausencia de los derechos relacionados con la salud y la seguridad".
Según Sakamoto, pocas personas van a la cárcel por cometer este tipo crimen, porque prácticamente no hay condenas penales. Sin embargo, hay algunas sanciones económicas. Además de supervisar e imponer multas a la empresa o al hacendero, estos pueden entrar a formar parte de la "lista sucia". De estar en esta lista no podrán recibir financiamiento de los bancos y de los organismos públicos.
Quien entra en la lista también pueden perder los clientes que firmaron el Pacto Nacional para la Erradicación del Trabajo Esclavo, que es el documento que las empresas firmaron comprometiéndose a no comprar productos de aquellas empresas que han cometido este tipo de crimen.
Amazônia concentra maior parte de casos de trabalho escravo no Brasil
Atividades econômicas que destroem floresta estão ligadas ao crime.
Pará, Mato Grosso e Maranhão são estados mais afetados pelo problema.
De acordo com dados levantados pela Comissão Pastoral da Terra (CPT), 51% dos casos de trabalho escravo ocorridos em 2008 estavam ligados à pecuária. “Os trabalhadores [encontrados nessa situação] fazem limpeza e manutenção dos pastos, além de instalarem cercas”, explica o frei Xavier Plassat, coordenador da campanha contra o trabalho escravo da CPT.
A segunda atividade que mais concentrou casos de trabalho análogo à escravidão em 2008 foi a produção de carvão, que respondeu a 17% do total. Segundo Plassat, esses casos são comuns nos arredores do pólo siderúrgico de Marabá, no Pará, onde o carvão é utilizado para a produção de ferro.
Os produtos resultantes da utilização desse tipo de crime também revelam proximidade com atividades que causam impacto à floresta. De acordo com o cientista político Leonardo Sakamoto, coordenador Repórter Brasil, ONG que atua no combate ao trabalho escravo, mercadorias com essa origem são consumidas dentro e fora do Brasil.
“Carne bovina, soja, madeira, carvão vegetal – usado na siderurgia –, produção de frutas, como o cacau, e cana-de-açúcar”, enumera Sakamoto, que pesquisa as cadeias produtivas em que é recorrente esse tipo de crime.
Grupo móvel
Quase a totalidade dos flagrantes de trabalho escravo são realizados em operações do grupo móvel de fiscalização do MTE. Além de fiscais do trabalho, participam dessas ações membros do Ministério Público do Trabalho e da Polícia Federal.
Em 2008, o grupo fiscalizou 255 fazendas, libertando 4.634 pessoas. Segundo nota divulgada pelo MTE, o trabalho escravo ocorre em “situações de trabalho forçado, jornada exaustiva, servidão por dívida e trabalho degradante, que significa ausência dos direitos relacionados à saúde e segurança.”
Segundo Sakamoto, poucas pessoas vão para a cadeia por cometerem esse tipo de crime, pois praticamente não existem condenações criminais. Há, contudo, algumas sansões econômicas. Além da fiscalização gerar multas, a empresa ou fazendeiro pode entrar para a ‘lista suja’, deixando de receber financiamento de bancos e agências públicas.
Quem entra para a lista também pode perder os clientes que assinaram o Pacto Nacional pela Erradicação do Trabalho Escravo, documento em que empresas se comprometem a não comprar de quem cometeu o crime. “Há também ações civis públicas do Ministério Púbico do Trabalho”, relata o pesquisador.
Para sair da lista do governo, os fazendeiros precisam esperar dois anos e pagar todas as dívidas trabalhistas e multas geradas no momento da fiscalização.
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