Loros, arañas, serpientes, iguanas podrían ser domesticados en las casas de los brasileños.
Las aves son los animales de la selva más codiciados por los criadores. Los jaguares y otros mamíferos no pueden ser comercializados.
Loros, arañas, serpientes e iguanas se mueven n el espacio de las jaulas en las quintas brasileñas. En la mayoría de los casos, en la selva estos animales se transforman en animales para comercializar de la peor manera: son capturados y transportados ilegalmente, de manera cruel, y vendidos en el mercado negro.
Para mejorar la supervisión sobre el tráfico de animales y permitir que la gente pueda criarlos en el hogar sin perjudicar a los animales y la diversidad biológica forestal, El Instituto Brasileño del Medio Ambiente (IBAMA) está preparando una lista de animales silvestres que pueden convertirse en animales domésticos.
Según João Moreira Junior, coordinador del área de vida silvestre del instituto, la mayoría de los animales a los que se les permitirá son las aves porque son animales - especialmente los papagayos - los más buscados por la población y mejor adaptados a la vida doméstica. Aunque dice que no puede señalar cuáles serán las especies elegidas, menciona que lasjaguatiricas y monos están fuera de la lista. "Habrá mamíferos y algunos reptiles", sostiene.
El coordinador explicó que entre los criterios más importantes para la elaboración de la lista se encuentran la seguridad y la higiene. "Una persona se hará cargo de la especie en el hogar. Debemos asegurarnos de que esta no ponga en peligro la salud y seguridad de las personas. "
Actualmente, algunos animales silvestres pueden ser criados por gente común, que son considerados criadores autorizados. Moreira Junior explica que los consumidores deben ser conscientes de dos características importantes: El hombre debe portar un anillo -anillo intransferible de plástico con un número de identificación- y la tienda tiene que estar registrada en el IBAMA. Para ello, el comprador puede registrar el CNPJ de la empresa y comprobar en el sitio web de la Oficina si ese lugar cuenta con el Registro Técnico Federal (CTF).
"Comprar en el camino, en un lugar que no cuente con la autorización del IBAMA, es un delito ecológico. Si va en coche y ve a un niño vendiendo un loro, tome en cuenta que por cada animal vivo que se vende en la carretera, nueve animales han muerto", advierte el coordinador. Dichas denuncias se pueden hacer a la Línea Verde a través de IBAMA, el teléfono es el 0800-61-8080.
Según Moreira Junior, grandes grupos de animales silvestres son comprados ilegalmente por consumidores de las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia, mientras que los lugares preferidos por los traficantes para capturar los animales son el Amazonas, el Atlántico y el sur de Bahía.
Animales rescatados
Pero los lectores más curiosos se plantean la pregunta: ¿dónde dar con los criadores autorizados que venden los animales?
Lo primero que hay que saber es que los animales de los criadores son animales que han sido rescatados por IBAMA. Esto se debe a que estos animales no pueden volver a la selva. Desacostumbrados a la selva deben mantenerse cerca de los seres humanos.
El instituto entrega a estos animales a criadores comerciales o a personas de negocios que se han registrado por contar con grandes infraestructuras para la crianza, estos criadores son llamados conservacionistas. Según el coordinador de la fauna de la zona del IBAMA, estos animales no pueden ser revendidos, pero sus hijos pueden ser expuestos a la venta. "Sólo los cachorros pueden venderse, estos pueden ir a las tiendas y ser vendidos como animales domesticos".
Segundo João Moreira Júnior, coordenador da área de fauna do instituto, a maior parte dos animais permitidos será formada por aves, pois são esses animais – especialmente os papagaios – os mais procurados pela população e os mais bem adaptados à vida doméstica. Ele diz que não pode adiantar quais serão as espécies escolhidas, mas revela que jaguatiricas e macacos estão fora. “Não haverá mamíferos, mas alguns répteis”, afirma.
Os primeiros animais de um criadouro costumam ser bichos resgatados em operações do Ibama que não podem mais voltar para a floresta. Por estarem machucados ou desacostumados com a vida selvagem, têm que ser mantidos próximos ao ser humano.
O instituto doa esses animais a criadouros comerciais ou a pessoas cadastradas que têm grande infraestrutura para a criação – chamados de criadores conservacionistas. Segundo o coordenador da área de fauna do Ibama, esses bichos jamais poderão ser revendidos, mas seus filhotes estão liberados para venda. “Só vão ser vendidos os descendentes, que podem ir para as lojas virar animais de estimação”.
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