Los cuerpos fueron embalsamados por el pueblo CHACHAPOYA. La tecnología utilizada para preservar los cadáveres aún se desconoce. Bucólica, de gente sencilla y de una riqueza incalculable, la ciudad de Leymebamba, en la Amazonía peruana, es un guardián del tesoro. En un museo, una impresionante colección atrae a los ojos del mundo. El hombre reunió uno de los mayores hallazgos contemporáneos sobre la historia del hombre primitivo en las Américas. En Ningún otro lugar hay la mayor cantidad de información que se centró en los pueblos Chachapoyas e Inca.
Para entrar en la sala del museo, los periodistas del "Bom Dia Brasil" necesitaron insistir para obtener un permiso especial para entrar. Allí se almacena una las más importantes huellas de la historia del patrimonio arqueológico de América: las momias encontradas en una de las montañas de Leymebamba. Son 230 las momias según algunas autoridades, de acuerdo con la arqueóloga Sonia Guillén, directora del museo.
Existe una jerarquía que representó a los dioses, a los que ejercían el poder, estos merecían las mejores tumbas. Las búsquedas son aún limitadas, afirma. Pero es posible saber, por ejemplo, que la tuberculosis mató a mucha gente en ese momento.
Sonia muestra la momia de una joven, de unos 13 años. Por la expresión de la momia ella habría muerto con un violento golpe, tal vez en un sacrificio ritual religioso. La posición fetal simboliza el retorno al vientre, a la reanudación de la vida. Hay imágenes grabadas durante el rescate, hace diez años, en la Laguna de Los Cóndores, región de difícil acceso, donde el caballo es el único medio de transporte.
Las momias estaban bien ocultas, casi tres mil metros de altura. La operación para el rescate y transporte de esas valiosas momias, fue delicado, difícil, duró varias semanas. La tecnología de Chachapoyas es la parte más impresionante de la historia, dice la arqueóloga. Hasta hoy, nadie ha desentrañado este misterio.
Pueden haber desarrollado un producto basado en la conservación con hierbas y plantas del bosque. La única certeza es que hace 1,200 años más o menos, dominaron la tecnología de la momificación, por el hombre de esta región de la Amazonía, conocido por preservar su propia historia, respetando la naturaleza.
Texto en Brasileño
Museu peruano mantém 230 múmias de índios amazônicos
Corpos foram embalsamados por povo chachapoya.
Tecnologia usada para conservar cadáveres ainda é desconhecida.
Bucólica, de gente simples e de uma riqueza incalculável, a cidade de Leymebamba, na Amazônia peruana é guardiã de um tesouro. Em um museu, um impressionante acervo atrai os olhos do mundo. O homem contemporâneo reuniu um dos maiores achados da história sobre o homem primitivo das Américas. Nenhum outro lugar concentra tanta informação sobre os povos chachapoyas e incas.
Para entrar na sala, os repórteres do Bom Dia Brasil precisaram pedir, insistir, mas conseguiram uma autorização especial. Lá está guardado um patrimônio arqueológico dos mais importantes das Américas: as múmias encontradas em uma das montanhas de Leymebamba.
São 230 múmias. Algumas de autoridades, segundo a arqueóloga Sonia Guillén, diretora do museu. Havia uma hierarquia. Quem representava os deuses, ou exercia algum poder, merecia túmulos melhores.
As pesquisas ainda são limitadas, ela diz. Mas já é possível saber, por exemplo, que a tuberculose matava muita gente naquela época. Sônia mostra a múmia de uma jovem, de uns 13 anos. Pela expressão, ela teria morrido de um golpe violento, talvez um sacrifício de ritual religioso. A posição fetal simboliza a volta ao ventre para o recomeço da vida.
Há imagens gravadas durante o resgate, há dez anos, na laguna de Los Condores, região de acesso difícil, onde o cavalo é o único meio de transporte. As múmias estavam bem escondidas, a quase três mil metros de altura. A operação para transportar achados tão valiosos foi delicada e durou várias semanas.
A tecnologia dos chachapoyas é o lado mais surpreendente da história, diz a arqueóloga. Até hoje, ninguém conseguiu desvendar esse mistério. Talvez tenham desenvolvido algum produto de conservação à base de ervas e plantas da floresta.
A única certeza é que, há 1,2 mil anos mais ou menos, além de dominar a tecnologia da mumificação, o homem desta região da Amazônia sabia preservar a sua própria história, respeitando a natureza.
Fuente: www.globoamazonia.com
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