Cuando un piloto colombiano aterriza en una pista clandestina de la Amazonía con un cargamento de cocaína, cada uno de los movimientos se observaron desde el cielo.
Guiada por un avión espía de alta tecnología, que volaba describiendo círculos kilómetros arriba sobre las nubes, agentes de la Policía Federal capturaron al piloto minutos más tarde, decomisando 300 kilos de cocaína. La policía espera que la acción llevada a cabo durante varias semanas, en breve permita desbaratar una banda internacional.
"No hay como tener en todo lugar, la zona es enorme. Necesitamos la inteligencia y dar prioridad a los recursos", dice Marcelo de Carvalho Lopes, Director del Sistema de Protección de la Amazonia (SIPAM), en entrevista concedida esta semana.
El SIPAM, creado en 2003 a un costo de 1,4 millones de dólares, permite que las autoridades combatan el desmantelamiento, quemado y el tráfico de drogas, mediante el análisis de imágenes de satélites y fotografías aéreas.
Cientos de sensores meteorológicos, teléfonos satelitales e internet de banda ancha se extienden a través de 5,2 millones de kilómetros cuadrados de la selva bosque, un área superior al de la Unión Europea. "El estado brasileño tenía que tener presencia en ese lugar", dijo Lopes.
En las paredes de un gran auditorio en la sede de SIPAM, un edificio en Brasilia de forma de platillo volador, están fotos recientes de las zonas afectadas por el desmantelamiento hechas por las cámaras de infrarrojas de la aeronave de la Fuerza Aérea.
Las fotos serán usadas como evidencia contra cientos de madederos. Actualmente, según el Ministerio de Medio Ambiente, sólo el 8 por ciento de todas las multas por extracción ilegal de madera se paga. Las imágenes de alta resolución también muestran los caminos utilizados en la devastación, ayudando a que las autoridades eviten el desmantelamiento.
"Enviar un agente a pie cuesta tiempo y dinero, se corre el riesgo de que reciba un balazo; estas imágenes son realmente una buenas", dijo Soares Wougran Galvão, Director de Operaciones de SIPAM. Hasta el final del año, el Brasil tendrá detallado el 86 por ciento de la Amazonía.
Pocos recursos
La mejora en el control del tráfico aéreo es una ley implantada en el 2004 que permite a la Fuerza Aérea derribar aviones sospechosos de narcotráfico, dijo Silverio Ricardo Augusto dos Santos, un funcionario de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN).
El problema es que ahora la cuadrillas, que utilizan a Brasil como el destino final o como una ruta de tránsito hacia Europa, vienen de Colombia utilizando barcos en lugar de en los aviones. "Ellos han cambiado su modus operandi", dijo Silverio. El SIPAM ahora está instalando equipos de vigilancia en los principales ríos y preparando acciones contra este tráfico, añadió.
Sin embargo, los recursos y la coordinación que permiten una acción rápida basada en la información aún son insuficientes. Aunque la tasa de desmantelamiento es menor a la mitad de su pico más que alcanzó en el 2004, muchas zonas continúan siendo deforestadas. "Faltan agente, coches y caminas para llegar donde se necesita", dijo Lopes.
Subvenciones privadas y extranjeras para la conservación de la Amazonia están creciendo y deben contribuir cada vez más en la Fiscalización. Noruega en septiembre dio un inédito voto de confianza al Brasil, comprometiéndose en donar 1 Billón de dólares en los próximos siete años para el Fondo Amazonia.
Lopes dice que países que creen que es difícil de justificar estas subvenciones en un momento de crisis financiera pueden incluso ayudar así. Canadá y Alemania y está entre los únicos países que cuentan con imágenes de satélites capaces de pasar por las nubes. "Si realmente quieren ayudar, pueden disponer de estas imágenes ", dijo.
Fuente: www.globoamazonia.com
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